Sexo, mentiras y cintas de vídeo. Porno

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Es un título de película de finales de los 80 pero refleja perfectamente lo que es una mezcla de parejas o un intercambio, como se prefiera. Los avatares personales,  amorosos o sexuales pertenecen a la realidad cotidiana más de lo que creemos y no son ficción.

Intercambiar la pareja es algo que puede suponer un desliz, un descalabro o un verdadero escollo insalvable en una relación, pero entre algunas parejas se ha puesto de moda el intercambio. Hay locales en las grandes ciudades que se dedican a este singular sistema de ocio donde la temática principal es acudir con la intención de conocer otras parejas e intercambiarse entre ellas.

Pero cuando no hay consentimiento con el compañero sentimental, buscar un extra fuera de la pareja y acudir a estos locales se convierte en un objetivo a alcanzar. Cuando esto sucede, el engaño o la mentira están servidos porque primero hay que buscar la persona en cuestión y acudir en horas de trabajo, por ejemplo, ya que estos locales abren desde el medio dia.

Imaginemos que ya lo tienes todo encauzado. Has descubierto el local donde cumplir esa fantasía que te tortura desde hace tiempo y tu pareja rechaza de plano, tienes convencida a la persona que sueña la misma fantasía que tú y hará de tu pareja para intercambiar, y te lanzas a la aventura a las 5 de la tarde con la excusa de una reunión fuera de la oficina. Todo el esfuerzo ha merecido la pena porque has puesto un pie en la puerta de un infierno, pero te gusta.

La primera copa, las primeras miradas para observar el ambiente y sacar información de lo que allí ocurre y claro, si es la primera vez que lo ves, no dejas de sentir un poco de pudor y un mucho de vergüenza. En ese momento lamentas haber dejado de fumar y te aferras a tu copa como si fuesen las llaves de tu casa, no la sueltas de puros nervios.

Por el contrario, a la vista de las primeras escenas explícitas de sexo, adviertes que eso es lo que estabas buscando, la fantasía de tener sexo en público, o delante de voyeurs, aunque no sea en mitad de la Gran Vía. Todo va sobre ruedas y tu pareja para la ocasión comparte las mismas sensaciones, se va calentando el ambiente y comienza la inspección de posibles intercambios.

Y de repente, mala suerte…un compañero de trabajo te está mirando fijamente con la mandíbula desencajada y tú a él. Habrá tenido la idea de grabarme con el móvil? Y quieres que la tierra se abra y te trague, claro.

Escrito por vibrafaccion