Uso de cremas, aceites y lubricantes

El sexo tiene una connotación innegable que va unida al sentido del placer. Y el placer sexual es uno de los más venerados en la sociedad humana, es fuente natural de salud y bienestar y existe una búsqueda irrefrenable de hallar más y más que nos haga más felices en este sentido. El contacto con la piel forma parte del sexo y en determinadas prácticas como el sexo tántrico, la piel que entra en contacto con un vehículo como las cremas para facilitar el masaje, es condición necesaria para elevar las buenas vibraciones. Los aceites corporales, las cremas y los lubricantes deberían usarse siempre que hay contacto con la piel. Además de ser la llave que abre los puntos sensitivos epidérmicos más expuestos del ser humano morfológico, transmite bienestar y belleza a los movimientos convirtiéndolos en eróticos cuando se trata de un  encuentro sexual. 

Ya en la antigüedad los egipcios descubrieron que los aceites de determinadas raíces eran curativos y se llevaban extractos en polvo de estas raíces colgados del cuello para ahuyentar enfermedades. Pero fueron los griegos y romanos quienes destilaron aceite esencial de algunas raíces y plantas para uso medicinal y posteriormente cosmético. Los aceites esenciales de tomillo, romero, salvia, lavanda y otros se aplicaban en la piel de aquéllas dolencias corporales que sufrían con finalidades curativas. Pero al mismo tiempo estos aceites se convierten en afeites cosméticos base de la belleza de la época que se traslada hasta nuestros días. Las cremas se consiguen en la era moderna cuando la industria cosmética aparece definitivamente para dar respuesta a un mundo que demanda refinamiento, higiene y belleza como base de la estética y la moda.

No podemos concebir los cuidados corporales y faciales  sin los aceites ni las cremas específicas para todo tipo de pieles y casuísticas. Y a este nutrido grupo de productos para la belleza y el bienestar no debemos olvidar añadir los lubricantes, generalmente indicados para uso sexual porque facilitan y estimulan el coito proporcionando lubricación donde no existe de forma natural o sea escasa.  Los grandes avances tecnológicos en bioquímica para productos cosméticos han hecho que tanto aceites, cremas y lubricantes sean hoy en día más específicos que nunca, llegan a conseguir progresos casi milagrosos y llegan a  hacerse imprescindibles en nuestras vidas. Una vez conocidos los beneficios de estos productos, lo normal es hacer un uso más o menos continuado a lo largo del tiempo para comprobar sus ventajas frente a no usarlos. Quienes los usan, los prefieren.