Lo escribimos en inglés porque nuestro elegante y prolijo castellano nos devuelve una traducción un tanto desprovista de elegancia aunque no exenta de morbo. Lamer y chupar son dos verbos con acciones directamente implicadas en el sexo. Incluso sin querer, a uno se le escapa la lengua –una vez más ese órgano sexual húmedo y glotón-, en direcciones diversas que no siempre coinciden con los genitales, que también, y con tal fin de degustar en boca en última instancia.
Directamente implicados en el sexo oral, lamer y chupar –al que añadiríamos morder y pellizcar para algunos amantes del punto mortificante- nos recuerdan los litros de saliva que pueden llegar a segregarse en los sucesivos actos sexuales de una pareja. A lo largo del tiempo y no en una sesión, claro.
Pero recordamos aquí que quienes se inhiban de generar saliva de manera natural –e incluso con abundancia de la misma-, recuerden la impagable aportación de los lubricantes de sabores, esos que saben a frutas o a delicias y golosinas. Lamer, chupar y morder tendrán una recompensa así aún más grande y libidinosa porque se le añade el placer del paladar.
¿Y es que dónde hablar si no es en el sexo de los fluidos corporales que aparecen en el fragor de la batalla carnal?. Lo que sería una auténtica reprobación si alguien suda, babea o se le escapa el resultado de una masturbación en plena oficina a la hora del café, es precisamente lo justo y necesario puesto en la intimidad jadeante de un dormitorio. Es más, no hay sexo oral sin Sucking and Licking y que venga cualquiera a negarlo.
A tanto llega el beneficio de aplicar estas dos justas acciones, que incluso con el vibrador lengua en cualquiera de sus versiones, que se siguen ejercitando pero de manera más evolucionada.
Añadiendo la lengua al acto sexual en toda su extensión de prácticas anales y orales incluidas, a nadie se le escapa la cantidad de fluidos corporales que se generan. Esos juegos mojados en los que además se nos ocurre la genial idea de incorporar algún alimento como fresas, hielo o champán, nos someten a un campo de batalla en el que lamer y seguir chupando no devuelven a las sábanas su esplendor. De ahí la pertinencia de contar con las ya referidas en este blog sábanas WetGames, la solución práctica al momento sexogourmet.
Ya saben, en el sexo no se priven de Sucking&Licking, suena bien y sabe mejor.