Siempre se está hablando de que los hombres miran mucho, de que se les va la vista mucho más que a ellas, pero, ¿es cierta esa afirmación? Pues según se pueden observar en varios estudios, las mujeres también le dan mucho valor a los atributos físicos de los hombres a la hora de elegir sus parejas.
En la mayoría de los casos estudiados, las mujeres afirman mirar mucho el rostro, los labios y los bíceps, en ese orden. Cuando se les pregunta a las mujeres que miran y que les seduce de los hombres, la gran mayoría se quedan en las respuestas banales sobre su personalidad, es decir, sobre su inteligencia, su alegría, la osadía y la seguridad que muestren.
Pero si preguntas sobre que les llamó más la atención de sus parejas actuales, o pasadas, las mujeres encuestadas aseguran que le daban mucha relevancia a la parte estética y olvidaban algo la parte relativa a la personalidad. El rostro del hombre es el ganador dentro del ranking de los intereses femeninos. El rostro preferido es el anguloso y marcado.
En la segunda posición se sitúan los ojos pequeños y los labios carnosos como tercera opción dentro del ranking. En el cuarto y quinto lugar, las mujeres afirman interesarse por los brazos fuertemente trabajados y musculosos y los torsos tonificados. También entra dentro de este punto los bíceps y el abdomen marcado.
En muchos casos, las encuestadas afirman mirar la entrepierna de los hombres, así como sus manos, que se situaría en un séptimo lugar. En este punto existen diversas opiniones, están las que prefieren que las tengan cuidadas y otras que sean grandes y muestren signos de trabajo.
Llegados a este punto, los resultados son que las mujeres miran igual que los hombres, pero que no son tan afines a hacer comentarios y se los guardan para ella, por lo que se llega a pensar que no miran tanto como lo hacen los hombres. Se está experimentando una evolución y se está llegando a ver como las mujeres están hablando más de los cuerpos de los hombres y de sus preferencias abiertamente.
La idea del cuerpo como algo importante para llamar a la otra parte, el llamado sex simbol, es algo que viene desde la antigua Grecia, lo que pasa es que las mujeres ahora tienen más facilidades y parece que ahora están haciendo cosas que nunca hacían, pero la realidad es que siempre lo han hecho y siempre han elegido a sus parejas por sus rasgos físicos antes que los personales, solo que antes no podían hablar de ello y ahora sí.
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