Apetecible ropa interior comestible

No es necesario regalar bombones a tu chica con la intención de que guarde uno en algún lugar prohibido de su anatomía. O que le obsequies a tu novio con un buen cesto de fresas y su correspondiente tarro de crema rebosante para que se anime a un erótico ágape contigo que dure horas en la intimidad.
Hazte con un conjunto de tanga sabor chocolate o cerezas y olvídate de pelear con la ropa interior para desgarrarla en un alarde leonino que acabe con toda tu colección de lencería, que adoras …y él, claro. Porque comer, lo que se dice comer en el sexo, se come mucho y bien, como en las mejores mesas que celebran algo importante.
Por eso los fabricantes lanzaron esta magnífica idea, erótica donde las haya, para aumentar los apetitos más voraces sin dejar nada sin probar, que para eso el sexo es pasión por la carne apetecible de la pareja. Y de paso, la ropa interior tan sexy, tan rica y que invita a degustar sin reservas.
Preparar una velada de sexo, si no es repentina como un rayo en una tarde de primavera, tiene algunos trucos y muchos detalles que parecen insignificantes. Precisamente esos detalles que podrían pasar desapercibidos para la persona que recibe la sorpresa, son para quien los prepara con mimo, una fuente inagotable de placer añadido.
Si es una sorpresa que te coman las prendas íntimas como parte de la trama sexual que se desarrolla, piensa que esa persona confía en que llevar un tanga con sabor a frutas tropicales le proporcionará un inmenso gozo y por eso lo buscó hasta encontrarlo. Sencillamente se trata de darse caprichos tan ocurrentes y divertidos, que nunca fallen.
Regalar juguetes eróticos en el momento de un encuentro sexual, destapar un potente afrodisiaco e ir comprobando sus efectos, deslizar un suave masaje con las manos embadurnadas de aceite de almendras dulces o aplicar cremas en el cuerpo y zonas erógenas, forma parte de un ritual previo al coito. Y degustar a pequeños mordiscos una braguita sexy sin tener que hacer jirones la prenda como si de una pelea de tigres se tratara, también lleva su carga explosiva de erotismo que comparten los contendientes. No es un ingrediente más, realmente ningún artículo erótico está de más en un encuentro íntimo, pero la lencería comestible es un plus, una ocurrencia atrevida donde las haya. Es un aperitivo sin duda muy codiciado.
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