Consejos a seguir en tus relaciones sexuales en la cama

No es precisamente momento de grandes discursos cuando se está en la intimidad ni en el fragor de una batalla sexual, pero todo lo que se diga en esos momentos tan ardientes, se grabará en el subconsciente de los dos. Y si es la pareja habitual, un error puede costarte la relación o implantar permanentes nubarrones difíciles de disipar, cuando no imposibles.
Es muy importante cuando se están liberando grandes cantidades de dopaminas y oxitocinas, que contribuyen a la comunicación positiva, tener un mínimo de raciocinio entre jadeos y sollozos y no soltar un nombre equivocado.
El primero de los errores garrafales que puede arruinar una sesión apoteósica de sexo es llamarle Jaime cuando te dijo que se llamaba Borja como su tío abuelo. O aclamarle como Olivia, mi Olivia, si su madrina se empeñó en que llevase el tremendo nombre de
Maria del Rosario, Charo para las amigas del instituto. Aquí no es que se te pare en seco y sus ojos emitan fuego, es que en 5 minutos se viste y se va.
Otra de las perlas y justo la otra cara de la moneda de lo anterior, es llamarle churry o gordi si jamás se te ocurrió este vulgar apelativo durante la cena previa a los fastos sexuales. Sencillamente pensará que le infravaloras, ninguneas o chonificas sin ningún miramiento y perderá ego para hacerse querer en el sexo. Error.
Yendo hacia asuntos más escatológicos pero no por ello menos imposibles, diremos que hay terrores fisiológicos que dejan sin aliento a cualquier pareja y pueden ocurrir dos cosas: tomárselo a risa y continuar como si nada o lo anterior de te vistes y te vas. Y es que el intercambio de fluidos se da por hecho en estas lides pero no se toleran efluvios de ningún otro tipo, nos entendemos.
Puede que alguien lo pase por alto si los ardores sexuales son tan elevados que parecen la antesala del infierno, pero cualquiera debe cuidar la ropa interior íntima con escrupulosidad si no quiere que se disuelva el deseo como un azucarillo en agua caliente. No es necesario llevar la etiqueta con la marca y el precio, pero al menos que esté presentable, limpia y entera.
Y por último, sacarse el chicle de la boca es algo que siempre nos dicen las abuelas, las madres y las vecinas de edad que nos vieron nacer. Pero es que hacer el pino puente sexual con juguetes eróticos incluidos si se tercia y un chicle en la boca, hace estragos en el vello púbico si existe y en el otro.
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