Los 5 sentidos aplicados en el sexo.

Cinco son los sentidos con los que la Naturaleza dota al ser humano: tacto, vista, oído, olfato y gusto. Y los cinco empleamos inconscientemente en el día a día, en todos y cada uno de los actos involuntarios de la existencia. Pues bien, también los aplicamos en el sexo y, dependiendo de cada quien, ponemos más atención a todos o alguno de ellos en los momentos de la intimidad.

Pero lo que sí tenemos claro es que los cinco sentidos, a la hora del acercamiento sexual, se agudizan y multiplican en intensidad, incluso sufren una transformación en grado, se subliman. El tacto no sólo se produce con las manos, sino con todo el cuerpo. La piel de todo el cuerpo empieza a ser un contacto integral que nos produce millones de puntos erógenos que no genera un apretón de manos, por ejemplo. Incluso el contacto con los pies constituye sensaciones nuevas, placenteras y nuevas, en muchos casos explícitamente conllevan orgasmos. Hay quienes disfrutan con el masaje de los pies en el pene, como sabemos.

Los masajes corporales con las manos o con todo el cuerpo, con la ayuda inigualable de aceites de masaje, son un ejemplo de lo más erótico y del que la mayoría participa con toda la carga erótica que conlleva.

¿Y qué decir de la vista? Una visión erótica puede ser ver a la pareja en lencería sexy, o desnuda, o en tareas íntimas. Cada cual se excita con según qué imágenes pero las hay que son estándares del erotismo como los desnudos, la ropa interior sexy o las escenas sexuales de los vídeos, fotos y películas eróticas o pornográficas. Y aquí traemos la figura del voyeur, cuya traducción al castellano no es muy exitosa porque sería ‘el que mira’. 

Todos sabemos de esa figura con un tinte algo peyorativo pero que ha ido mutando hasta convertirse en una práctica más, un gusto por el placer no activo, que no toma parte y no participa activamente, sólo mira y en la mirada encuentra el placer.¿ Has probado a observar, a mirar a tu pareja mientras se desnuda, se viste con ropa sexy e inicia una práctica masturbatoria? Eso sí, como observador, a unos metros de distancia y sin romper esa dinámica hasta el final. Este juego debe pactarse, como todos los del sexo. Y tiene resultados sorprendentes.

¿Olfato y gusto? Afrodisíacos y geles de sabores, ropa sexy comestible, perfumes con feromonas…colmando de satisfacción sexual, por supuesto.