El desempeño masculino en la cama. El rendimiento sexual del hombre en la cama

El rendimiento sexual del hombre en la cama

Se dice que el hombre en edad madura, es decir, a partir de los 30, está en plena actividad sexual pero también laboral. El estrés que conlleva una vida laboral en pleno auge se lleva de la mano con una hiperactividad en el plano sentimental y sexual que exige gran energía física y mental.

 

El hombre que vive esta intensidad sufre en ocasiones ciertas ansiedades que se convierten en disfunciones o el miedo a tenerlas, que desembocan finalmente en ellas, como son la eyaculación precoz o un mal rendimiento sexual en general.

 

El miedo a no cumplir las expectativas provoca cierta ansiedad, olvidando que el sexo es una disciplina que se va perfeccionando con el tiempo, no es solamente una técnica. Esto, unido a que algunas mujeres llevan la iniciativa claramente en la cama, provoca mayores inseguridades en él, así como desconcierto y preocupación por no estar a la altura.

 

Muchos hombres olvidan que la comunicación es la base de todo desempeño, también el sexual. De modo que si se acompaña de observación durante el acto sexual y la práctica habitual sin que transcurran largas temporadas sin sexo, se llega a conseguir más confianza en uno mismo y eso se transmite a la pareja.

 

El aspecto psicológico en el hombre es de vital importancia para las relaciones sexuales dado que puede temer el rechazo a un mal desempeño, las dudas sobre si se le compara con una pareja anterior de la mujer o la insatisfacción de ella. Así, cuando esto ocurre, marca fu forma de actuar.

 

Las disfunciones más comunes son la eyaculación precoz y la falta de erección, ambas perfectamente solucionables mediante medicamentos, inyecciones intrapeneanas o aparatos de aire o agua como estimuladores y alargadores de pene. Pero son preocupaciones reales masculinas que influyen en su conducta sexual y que cesan cuando se ataja ese miedo, bien con terapia o los métodos antes citados.

 

Ninguno de los dos sexos tiene habilidades innatas para desempeñarse en la intimidad al comienzo de sus prácticas sexuales, por lo que éstas se van desarrollando a lo largo del tiempo y requieren de la colaboración del otro miembro de la pareja para que resulten satisfactorias a ambos.

 

Pero la comunicación hablada y gestual en la interacción es más que deseable porque facilita el camino a ambos, sirve de base para conocerse corporal y anímicamente y suma frecuencias y vibraciones positivas en vez de desembocar en un desencuentro.

Escrito por vibrafaccion