Ríete de los momentos más embarazosos del sexo

Momentos Divertidos Sexo

La gente no los recuerda. Y el motivo principal es que la memoria es selectiva y, a no ser que el suceso sea realmente desagradable, todos olvidamos los momentos embarazosos que se pueden producir en un encuentro sexual, que los hay.

El más gracioso es, desde luego, el pedo. Ese pedo polifacético que sale de un trasero cargado de flatulencias o, más sui géneris aún, el que sale de una vagina que ha acumulado gases durante una penetración intermitente. Es grandioso. Y las caras, los aspavientos o las risas de una cara roja como el infierno de Dante, paralizan la actividad en el acto con el consiguiente pensamiento de “tierra, trágame” o “dios, me quiero morir”. Y así acaba la cosa.

Otro muy divertido es el llamado bajada de pantalones. Éste tiene varios momentos en cascada. Pero el mejor es el de caerse y se suele evitar por todos los medios porque es atroz y quien lo haya vivido lo sabe. Y es que las prisas no siempre son buenas y aquí toma cuerpo la figura del aquì te pillo, aquí te desmeleno y luego pasa lo que pasa: que los pantalones van por los tobillos, la chica se mueve para acomodar la postura en un lugar más idóneo y pretender caminar sin caerse es un milagro.

Hay otro que es siniestro y gracioso a partes iguales y que depende mucho de la longitud del cabello. Sí, has leído bien porque se trata de que nunca, bajo ningún concepto a excepción de una mala fe notoria y voluntaria, hagas. Y se trata de irte a la cama a hacer sexo con un chicle en la boca. Ya sabes que puede terminar pegado en una larga melena o en otra muy muy corta y cuyo final puede ser raparse al cero.

Por si ésta te parece asumible, prueba con los juegos mojados en la cama sin protección alguna, tan sólo con tus maravillosas sábanas de raso. Si todavía no has tenido semejante experiencia, es prácticamente imposible mantener la postura si no es con unas sábanas de látex, ¡las sábanas de raso no! porque todo se escurre. Pero si encima las mojas con algún producto, te puedes quedar pegado. Deslizantes y adherentes cada 10 cms es para volverse locos. El raso déjalo para el picardías y nada más, es letal.

Si aún te quedaron ganas de seguir jugando, apuesta por los electroestimuladores. Son juguetes eróticos con carga eléctrica, así que no son aptos para miedosos. Pero no pienses en descargas achicharrantes, más bien son parecidas a las vibraciones pero los diseños son más bizarros, especiales para los más audaces.

Escrito por vibrafaccion