Las mujeres leen más ¿Novelas eróticas también?

Está claro que los libros de temática sexual venden mucho. Y todo lo que tenga relación con el erotismo interesa tanto, que no sólo hay novelas para abrir definitivamente el apetito carnal a cualquiera, sino que proliferan una serie de divertidos y sencillos manuales de autoayuda –digámoslo así- que ponen tras la pista a cualquiera sobre lo que está “in” y lo que está “out”.

Nunca antes como ahora las mujeres desean devorar todo tipo de literatura y novelas eróticas. Como si antes no hubieran sabido nada sobre sus relaciones sexuales normales y estén ávidas de reconocerse en otras mujeres o aprender de otras de su mismo sexo y edad.

Porque estar a la altura en la moda, en la gastronomía, en el ocio y en la pareja y en la familia, también conlleva no desfasarse en las historias entre sábanas. Por muy pareja de toda la vida que se tenga, a todas las mujeres les interesa saber si ellas son normales, regulares, muy buenas o muy malas en la cama. Y a ellos, por supuesto.

Sin embargo, también hay una tendencia a querer saber de vidas íntimas más audaces que las propiamente tradicionales, se tenga la edad que se tenga.

Las ninfomanías, las sumisiones, las tendencias dominantes, el gusto por ser esclavo o amo poniendo en práctica las fantasías pasada la más ardorosa juventud, es una temática que gusta, que atrae, que conecta con personas que no se atreven a vivir pasiones fuera de sus cuatro paredes ni de su pareja de siempre.

Como el personaje de Desideria, la protagonista de una de las novelas eróticas más ardorosas escrita por Antonio Gala y llevada al cine por la famosa actriz y cantante Ana Belén –La Pasión Turca-. Este ejemplo de mujer de elevada posición en una ciudad de provincias, con una vida tradicional y un futuro más tradicional aún, pierde la cabeza por el sexo que le da un turco más joven, menos tradicional y menos comprometido aún con nada ni nadie.

Vidas que se tuercen por el sexo, por la pasión y los placeres nunca vividos antes. Y que pueden hacer que la vida dé un giro inesperado y nos convierta en seres dependientes para siempre.

Historias así de hombres y mujeres son las que atrapan a un lector que quizá lleve una vida tan convencional que jamás llegue a conocer nada más. Otras, sin embargo, saben que su vida no será completa si no consiguen experimentar nuevos horizontes.