¿En qué piensas cuando tu chico te practica sexo oral?

Es inevitable que algunas ideas e incluso imágenes se te pasen por la cabeza mientras tu pareja mantiene la suya entre tus piernas. Durante ese rato que a veces puede hacerse interminable, sueles cerrar los ojos o dejarlos entornados. Y abrirlos significa cambiar de posición, comprobar su voracidad y acariciar su cabello en señal de aprobación.

Pero al margen de estos gestos tan habituales, además de los gemidos si eres la fan número uno de esta práctica, nos da tiempo a seguir procesando información o traer a la mente alguna idea que no debiera aparecer en semejantes momentos.

Es difícil luchar por evitar la imagen de tu ex pareja. Y si te asalta la duda sobre quién está por debajo de tu pubis, es que no le has olvidado. Y lo que es peor, tu subconsciente te dice que él era un crack en sexo oral y el actual no le ha superado. Pero no huyas, dále tiempo a tu chico y te hará ver las estrellas y la Vía Láctea en cuanto no se lo cuentes.

Si no sabes cómo indicarle que resulta molesta tu barba en tu zona genital o que mordisquear esa parte tampoco es buena idea, seguramente estarás intentando juntar de nuevo tus piernas y pasar a una sesión de besos. Intenta decir suavemente que deje de lastimarte (también suavemente porque no te está matando).

Incluso si no te lastima, ni la cabellera de tu ex novio se te viene a la mente cuando acarician tus partes íntimas con la lengua, es posible que necesites sobreestimulación con los dedos. Te gusta pero necesitas más. Dirígele con tu mano y puede que termine de ser glorioso y nada más te ocupe la mente en esos minutos.

Si resulta ser tan maravillosa la suerte de sensaciones que estás viviendo, es posible que eches de menos un vibrador, un estimulador de clítoris o un consolador. Si lo tienes a tu alcance, no dudes es pedírselo aunque tarde medio minuto en tenerlo en las manos. Y si es el vibrador lengua, mejor que mejor.

En caso de tener la mente en el más puro nirvana del placer, déjate provocar un orgasmo mediante el sexo oral que estás viviendo. No siempre todo es perfecto pero si ese momento está resultando óptimo, no lo dejes ir. O si prefieres llegar al clímax con la penetración, anímate y anímale. No pondrá pega alguna.