Vive la vida como la protagonista de tu novela erótica favorita

Desde que en el siglo III después de Cristo un monje indú decidiera hacer un compendio religioso de la comunión carnal entre hombre y mujer como manera sagrada de coronar la vida, no ha parado de editarse este libro.

Si Vatsyanyana viviera, sería el hombre más archi-enriquecido del planeta, no sólo una vez, sino varias. Tal es el padre del éxito de todos los éxitos literarios que podría equipararse a la edición constante de La Biblia.

Pero si nació como estudio religioso y ha llegado a estar considerado como librería erótica, sería muy a su pesar pero ya nada se pudo hacer por su fama de libro descarado y hasta impúdico. Ya se sabe también el uso y abuso que se produce por el hombre de determinadas materias, manipulándolas según convenga. Y es el caso de este tratado religioso que sigue acumulando lectores ávidos de conocer sus supuestos secretos sobre sexo.

Pero no es el único, como lo ha sido y es el Decamerón, obra de la literatura clásica italiana que relata el deseo y los placeres de la carne con un punto de rubor morboso que aún conmueve al sexo que lo lee, hombres y mujeres de todo el planeta.

Por nombrar una pincelada de todo lo que se ha escrito. Pero la novela erótica siempre ha estado a nuestro alrededor conforme los tiempos evolucionan. La diferencia está en que ya no es ni prohibida ni pertenece a un género menor aislado de los grandes éxitos ni es minoritario.

Las novelas y los relatos eróticos son plena actualidad, éxito y demanda masiva del público porque el sexo es la clave que mueve el mundo, la llave que todo lo abre y que nunca está dispuesto a echar el cierre por tiempos oscuros que vinieran de nuevo a sojuzgarlo.

Millones de personas reproducen posturas del Kamasutra, se excitan y asombran con las variables peligrosas y arriesgadas de las 50 Sombras de Grey, y devoran con inusitada complacencia relatos eróticos de carga rotunda y abrasadora.

Pasiones inconfesables, pràcticas transgresoras y confesiones asombrosas de personajes desatados, reprimidos o con poderosas licencias para dominarlo todo, hasta a otras personas.

Fantasías sexuales ocultas que se destapan, tramas de poder unidas al sexo que hacen someten voluntades y torturan mentes bajo presión sexual no siempre consentida, son temas literarios que atrapan al lector.

Devorar literatura erótica es más que un hobby hoy porque conecta sin trabas con un público cada vez más a gusto con su sexualidad y su capacidad de aprendizaje.

Escrito por vibrafaccion