A falta de sexo, ¡buenos son los masturbadores!

Solteros del mundo, que no cunda el pánico si no tenéis pareja. Eso sí, nada se interpone en conseguirla excepto vuestra elección y estrategia, así que antes de sentirse incompletos a falta de coitos regulares, nos tenemos a nosotros mismos y a nuestros masturbadores.

Nadie como uno mismo cumple tan fielmente el plan de autosatisfacción para no parecer en ocasiones un eterno “salido” frente a una hembra, más o menos agraciada, que ya hasta hay dias que no se distinguimos unas de otras.

Pero es del todo verdad que a veces podemos perder la cabeza por conseguir una felación de parte de una fémina por defectuosa que ésta llegue a ser.

Porque qué sería de nosotros y nuestro puro egoísmo sin las llamadas “pajas” que nadie hace mejor que nuestra mano diestra o zurda, que las dos aprendieron con inusitada destreza desde la más incipiente adolescencia.

Si lo que jamás nos abandona es el amor por un trabajo bien hecho, la mejor herramienta tampoco nos abandona. Pero en según qué etapas y en según qué circunstancias, la hegemonía y exigencia que nos impone el miembro viril se puede hacer insoportable. Incapaces de hacer oídos sordos a su voracidad constante, bien está – y hasta justo y necesario- que el sexshop nos brinde juguetes con los que distraernos y consumar tantas veces como nos plazca.

¿Qué el sexo oral es el que más nos atrae por su alto grado de satisfacción sin mover un dedo? Prueba los tenga egg en alguna de sus variantes o una a una. Imposible hacerle ascos. Sensualidad de corte oriental al alcance de tu mano, da igual si usas la izquierda o la derecha, incluso las dos si te vuelves loco.

O qué te impide hacerte con un Magic flesh vagina y ano para no depender de esa chica esquiva pero apetecible a quien por más que le insinúes lo mucho que te pone y más que te pondría, no te hace ni caso? Un completo sustituto sin más partes del cuerpo ni por supuesto una boca parlante femenina que podemos sustituir también en la próxima ocasión.

En efecto, bocas y manos, incluso un busto con sus correspondientes dos senos listos para usar. Son masturbadores masculinos a los que todo hombre jamás pondrá reparos por la sencilla razón de que son un planazo selfservice de primera categoría.