Si no te gusta la masturbación, no leas este post. Sexualidad y parejas.

la masturbación y sexualidad en parejas

A lo que vamos, que es cuando se presenta la ocasión de masturbar a tu pareja y quieres que sea inolvidable.

Puede que siempre que lo hagas, a él se le den la vuelta los globos oculares y los espasmos le transformen en un ser irreconocible para ti mientras dura su clímax, pero es que, bonita, la masturbación masculina produce estos rumbosos estertores que a las mujeres incluso asustan.

Y la cosa no es baladí porque a un hombre no se le olvida. Si antes se decía que a ellos se les conquista por el estómago, -algo que nos recuerda a las mujeres excelentes cocineras pero que resulta que ahora son ellos los cocinillas-, pues en los tiempos que corren, lo interesante viene de ser un amante perfecto. En este caso, la amante perfecta, ya sea de pareja estable o de una noche de viernes y si te he visto, no me acuerdo y menos de tu nombre.

Pero vayamos a la acción concreta que requiere un poco de gusto por ejecutarla –o parecerá la peor de tus condenas-, un mucho de emoción y a veces se piensa, por qué no decirlo, en que vendrá de vuelta una maniobra igualmente placentera a cambio, que nos compensará todo el “trabajito” empleado.

Para las parejas más puestas al día, usar algún modelo de vibrador lengua para alternar con la mano, lo termina haciendo un sublime acto sexual para matrícula de honor.

Pero no podemos olvidar que aquí la mano que procura el placer es la protagonista. Incluso las zurdas saben aplicar la técnica básica que no es otra que “tocar la zambomba” con alegría pero sin causar un derrame cerebral en la pareja. Vamos, aplicar un ritmo y una fuerza acorde con los gustos de quien lo recibe y que éste no espere quedarse sin su miembro de un momento a otro por la fuerza desmedida de la ejecutora. Se apela al erotismo más delicado de ella que le haga sospechar que sus movimientos con el pene están siendo felizmente recibidos. Tan sencillo como eso pero que requiere esa intuitiva técnica que toda mujer debiera aplicar.

Por no decir de incorporar a esta técnica de los movimientos rítmicos y acompasados con tenga egg incluido y su gel lubricante. ¿Qué quieres darle la temperatura que recuerda a la calidez del interior del cuerpo humano? Pues para eso está el calentador de masturbadores, un invento que va derecho a solucionar este aspecto.

Aparte de concluir que cualquier práctica fuera de la estricta penetración tiene categoría de masturbatoria, la más evidente que se realiza a in hombre es la que él mismo se aplica. Es decir, con la mano. Maniobras sexuales en la oscuridad, por ejemplo.

Escrito por vibrafaccion