Si no te sientes preparado o preparada y tu pareja te lo ha propuesto, la respuesta es sí. No hace falta que realices un Máster de 700 horas lectivas pero sí que conviene prepararse para algo que requiere algo más que dos personas con sus respectivos cuerpos ardiendo de pasión.
El Bondage es un juego o una práctica que requiere consenso y establecer límites. Lo normal es que entre las parejas, ambas cosas se dèn como premisas naturales para todas las decisiones, entre ellas el tema sexual. Porque esta práctica, cercana a la dominación , el sado, el fetish y demás prácticas específicas, van algunos pasos más allá del cuerpo a cuerpo y se ayudan de una estética (lencería y complementos) y de juguetes eróticos varios, algunos específicos.
Inmovilizar a tu pareja con cuerdas, lazos o bridas especiales es una de las partes más eróticas de esta práctica y en ella también entras las famosas esposas, ese artilugio cargado de erotismo por más que se utilice para los presos. Pero de eso de trata, de apresar y “abusar” del otro de manera consentida y con el fin de obtener placer. Cualquier otro fin no estará justificado o no formará parte de la trata sexual del Bondage.
El BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión, Masoquismo) se ha puesto de moda y la gente quiere saber más detalles y quiere saber si es seguro. Lo es si se trata de personas sanas psicológicamente, si se establecen límites claros y diáfanos y uno se compromete a parar con una palabra “gatillo” por ejemplo. Algo que, de estar produciéndose una acción incómoda o más que eso, genere la paralización del juego.
Hablar de ello antes de hacerlo e incluso prepararse juntos para taparse los ojos y percibir las sensaciones, es adecuado. Igualmente adquirir los objetos que se van a utilizar como consoladores, vibradores, bolas chinas, plugs anales, fustas, látigos, bolas para la boca o cualquier otro juguete de capricho, así como electroestimulación si nunca se ha utilizado, conviene ir poco a poco en la compra y en el uso.
Si se trata de parejas que pasan del sexo tradicional al Bondage en pocos pasos, puede haber rechazo, confusión y malestar, por lo que iniciarse por partes, ataduras, vendaje de ojos y uso de juguetes eróticos, sin que sea todo a la vez y no deje mentalización posible a unas prácticas más contundentes, es lo mejor. El riesgo debe ser cero.