Si tienes pareja y de repente piensas que sería muy excitante tener sexo con alguien desconocido pero que éste sea tu pareja, parece algo ilógico. Pues no, hay un juego en el que los participantes se hacen pasar por puros desconocidos, para lo que también ayuda acudir a lugares donde nunca se estuvo antes. Un parque, un bosque, un restaurante, un bar, una discoteca o un hall de hotel, dá igual, el caso es que sea un entorno diferente al que pudieran frecuentar de manera habitual.
El juego consiste en quedar por separado, presentarse y compartir una charla con un café, una copa, un paseo o una cena, eso sería a elegir. Aquí hay parte de actuación, como todos se dan cuenta, pero sin embargo ambos saben cosas sobre el otro que pueden utilizar para elevar la presión erótica del encuentro. Hay que tener en cuenta que el objetivo es tener sexo por todo lo alto, con una extra dosis fuerte de adrenalina para quemar que aporta la osadía y el atrevimiento.
Aprovechar los juegos de mesa, ya sean cartas, ruletas y juegos donde se gana y se pierde a corto plazo y haya que pagar una penalización, un peaje, una multa o un castigo. Y adivinen qué tipo de penalización será. El caso es que cada perdedor tendrá que ejecutar la imposición de la pena que le imponga el ganador. Este juego también se disfruta entre más parejas siempre que estén dispuestas a cumplir los castigos eróticos que les impongan los demás.
Si te gusta dibujar o pintar, resulta erótico, relajante y excitante poner de lienzo el cuerpo de tu pareja. No hace falta que te conviertas en un Picasso de repente pero todos sabemos hacer trazos, los que más nos gustan o los que más nos sugiere ese momento erótico en compañía íntima con la pareja. Puede sorprenderte mucho lo que seas capaz de hacer y el resultado que suscite la respuesta erótica del otro, que querrá seguir el juego hasta la línea del clímax a ser posible.
No uses disfraces sólo en halloween, aprovecha los que ofrece el sex shop online, que son muy eróticos y muy bien pensados para hacer de un encuentro de los muchos que tenéis juntos, en uno inolvidable. Si tomas la costumbre de ponerte un disfraz lo más ocurrente posible y animas a tu pareja a hacer lo mismo, pones una guinda a tu pastel sexual cada vez.