Si pensabas que esta característica era algo insignificante, te estabas equivocando. Porque los vibradores a control remoto añaden una nueva gama de posibilidades que estamos seguros de que sabrás utilizarlas con imaginación y picardía.
Piensa en la cantidad de sugerentes opciones que te brinda un juguete sexual con forma fálica para uso vaginal, clítoris y anal que además puedes manejar a tu antojo desde tu mando a distancia. Tú o tu pareja, lo cual sigue sumando morbo y sorpresas adicionales que no te puedes perder.
Cuando visitas tu tienda erótica no dejas de asombrarte por tanta novedad en casi todas las categorías disponibles. Cada poco tiempo aparecen modelos nuevos e incluso ideas totalmente revolucionarias como un tanga vibrador, por ejemplo. Pero si además dispone de control remoto, empiezas a temblar de placer con tan solo pensarlo.
Y así es. Huevos y balas vibradoras se unen también al grupo de sex toys que disponen de mando a distancia para disfrutar tú misma o dejando hacer a tu pareja, que podrá elegir intensidad y velocidad desde otro rincón o a tu lado. Por fantasía y excitación que no quede ni por velocidades tampoco, ya que llegan a disponer de hasta 10 sin que puedas respirar entre todas si lo decides así.
Pequeños vibradores para llevar en el bolso y que podrás usar discretamente en cualquier parte. Parece una locura o una aventura alocada pero no descartes nada en la vida porque el instinto sexual puede sorprenderte en cualquier apacible e inocente lugar.
Para mujeres en plena actividad sexual y con una libido sutilmente desarrollada mediante la experimentación con juguetes eróticos nuevos, los vibradores a control remoto pueden llegar a obsesionarte. Y si los compartes con tu pareja, ambos quedaréis prendados de sus resultonas jugadas dentro y fuera de la cama.
Porque si eres de las que dejaron de pensar que donde mejor se hace el amor es en el dormitorio, un vibrador comandado a distancia se hará imprescindible para tu erotismo. No descartes ni lugares ni situaciones porque nadie podrá adivinar lo que estás sintiendo. Nadie puede verte en una situación comprometida a no ser que tus risas, gemidos o respiración te delaten. En cuyo caso podrás pasar por desequilibrada, pero probablemente nadie sospechará que llevas un huevo vibrador travieso vibrando en tu interior.
De cada una depende hacer la prueba. Y si sales vencedora de la misma, apúntate a esta variedad de aliados del placer sin importarte lo que piense el vecino.