Hola a todos mis queridos lectores y lectoras, antes de nada agradeceros que sigáis leyéndonos y esperamos que los consejos que os traemos os sean de gran utilidad y os hagan vivir experiencias únicas llenas de placer con vuestras parejas o amigos.
Hoy vengo a hablaros del yoga. Veréis, el yoga es una práctica que aporta muchos beneficios a nuestra vida, pero aunque no os lo creáis, también se le puede sacar partido para nuestra vida íntima en pareja. Mucho hemos hablado sobre que la rutina es algo negativo para nuestra vida sexual, que la afecta de tal manera que hace que le perdamos el gusto y a veces hasta pasemos de ella. Por eso os recomendamos que comencéis a probar posturas nuevas, y para ello podéis utilizar las que el yoga os enseña. Esto sería una vertiente más fácil que el kamasutra y más rápida de aprender.
El yoga os va a transmitir la sensación de que el sexo compartido produce mucho más placer. Nos referimos a ese erotismo que transmite realizar yoga con tu pareja desnudos. Esa complicidad que os transmitirán las posturas de yoga no tiene nada que ver con las incomodidades que proporciona las del kamasutra.
Para comenzar, debéis realizar una buena tanda de ejercicios de calentamiento. No podemos arriesgarnos a lesionarnos en mitad de algunas posturas y romper la magia del momento íntimo. Por eso os recomendaré una postura para estirar, aunque hay miles.
Para los ya iniciados en el yoga, esto les sonará, para los primerizos, no se asusten, son posturas muy fáciles de realizar. Os recomiendo la postura del gato. Para realizar esta postura nos colocaremos con las manos y las rodillas en el suelo. Se trataría de estirar la parte interior y exterior de la columna con movimientos de cabeza.
Cuando hayáis acabado las dos posturas de calentamiento, pasaremos a las posturas para realizar en parejas y poder aplicar a nuestra vida sexual. Para comenzar, la mejor postura es la postura del pájaro. Aquí, el hombre se debe acostar boca arriba con las piernas en paralelo. Deberá flexionar las rodillas para que los muslos estén perpendiculares al suelo. Dejando asó la parte inferior de las piernas elevada unos cuarenta y cinco grados desde el suelo. La mujer deberá sentarse encima de él. Cuando esté listo, deberá colocar los talones en la parte superior de los muslos de la mujer, si queréis saber si estáis bien colocados, los dedos de los pies deberán tocar la parte baja de la barriga de la mujer. De esta forma, el hombre estará sosteniendo las manos de la mujer, y mientras, deberá flexiona los brazos y las piernas hacia adelante y hacia atrás con ayuda de los pies.